28 mayo, 2005

Epicentro

epicentro

Despierto alarmado por movimiento casi imperceptible, busco a tientas algún interruptor. Permanezco alerta. La intensidad aumenta, brinco entonces fuera de la cama y corro tambaleante hacia la única puerta. Dicen que es el lugar más seguro de una casa. Cae la bandeja, vasos y botella al suelo, crujen tablas. Ahora es violenta oscilación. A ojo grado cinco, suficiente para ahogar bochornos. Agarro chequera y llaves y arranco en calzoncillos. Permanecemos todos agrupados bajo la luz azul del neón, alguien murmura un rezo y mira al cielo esperando castigo. Nadie se abraza ni consuela. No se acostumbra entre clientes.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Mal momento para temblar.

9:49 a. m.  
Blogger Gabriel Bunster said...

No entendí al principio porque podría agarrar chequera y llaves, estando en calzoncillos; yo habría buscado una bata, algo para abrigarme. Bueno, el lugar en donde lo pillaba el epicentro justifica plenamente la elección.
Excelente esta veta de cuentos cortos.

11:45 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Aitea en aquel momento de suenfermedad que estaba dormida en el pasado...acechando la muerte cada noche en aquellas ventanas y ella dormia sola en el silencio petreo de la noche .Añorando tus besos Nio sin haberlos probado con el sabor a sal del Cantabrico, he perdido sin siquiera ser libre de la vida y d e mi enfermedad ...libre lo sere algun dia en los brazos de una mor mutuo de alguien desconocido tal vez tu.
A Nio que nunca leera estas pagina .
Un bello sueño perdido en la ambliopatia de la vida. Una bipolar de León /ESPAÑA

6:55 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home