AC/DC
Sin saber como, era ya un adicto. Al principio bastó con poco, luego necesité más y más, ahora ingiero a diario. Es fácil conseguir en Santiago, en cada esquina del centro existe un proveedor. La noche oculta todas las compras. Saber los códigos para transar es esencial. Dedo índice arriba, tres monedas en mano izquierda, recibo el paquete, lo meto al bolsillo, cruzo la calle y me pierdo en la multitud. Tan pronto llego a la escala mecánica, trago sin saborear siquiera. Siete estaciones más tarde no me queda ni uno. Existe el maní confitado antes y después del Conejo.
8 Comments:
Buena !
... y caundo un café ?
El Dios del mani confitado, eh?.
Buen cuento!.
Saludos Parchesianos.
Que buen fragmento. Que bueno. De verdad.
Nos leemos
hola!
son muy ricos esos manis!
me encantan... pero todavía no soy adicta.
Yap, saludos....
Mmmmm!! no soy tan fanático como tú, pero también se me desaparecen como por arte de magia... me contagiaste las ganas de comprar una bolsita...
Son muy buenos esos maní..le echan vainilla?
No pude parar de leer, muy bueno tu blog.
Saludos
Enjoyed a lot! »
Publicar un comentario
<< Home